Hermanas Pagnotto -- Prólogo


 La noche gélida podía matar a muchas personas si no estaban bien resguardadas, pero un matrimonio luchaba para huir con el temporal para salvar la vida de su futuro hijo. Sin embargo, la mujer empezó a tener contracciones, el bebé iba a nacer. Necesitaban un lugar tranquilo, pero la persecución no se lo permitía. Por suerte, encontraron un rincón pequeño dentro del tronco de un árbol viejo en el cual la mujer entró.  

 -Tranquila, yo me ocuparé de distraerlos... -dijo exhausto el marido.

 La mujer asintió con cara de dolor mientras se recostaba en el interior del tronco. Mientras la figura de su marido desaparecía, los gritos de la mujer por los esfuerzos del parto no cesaban. Tras varios empujes y pasado tiempo, se escuchó el primer sollozo del bebé, pero la mujer seguía dando a luz, nacieron dos bebés más. Eran trillizas. La mujer estaba cansada y agotada por el parto, aunque esto no impidió que cogiese a sus hijas en brazos. Su marido volvió a por ella, el hombre al ver a su mujer durmiendo por el cansancio se alegró de que todo fuese bien. Entonces se percató de sus hijas.

 -Trillizas... La profecía era cierta...

 De repente se escuchaban pasos. El hombre creía que había logrado perder la pista de quienes le perseguían o se había creído. Se había equivocado. Los habían encontrado.

 -¿Creías que te ibas a salvar tú y tu mujer...? - dijo un soldado.

 El marido de la mujer tragó saliva. No sabía que hacer... Tres bebés dificultaban la tarea de huir... El hombre sacó de su bolsillo una piedra y dijo unas palabras mientras corría hacia su mujer e hijas para agarrarlas antes de que terminase de recitar el hechizo. Una luz estalló de la piedra y la familia desapareció...

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