Hermanas Pagnotto -- Cap. 3

 


Al día siguiente de nuestra conversación por videollamada, decidí que era mejor preparar todo y dejar a mi sola con la tienda. Yo me iría con mi hermana mayor a pasar las navidades esperando que todo a la vuelta fuese normal... Un palpito me decía que no iba a ser así... Todo lo vivido no era nada bueno y realmente extraño.

Mi hermana solo sabía de mi idea de ir, pero no le había dicho cuando exactamente si es que iba. Sería una sorpresa para ella y muy buena porque hacía años que no nos veíamos en persona debido a nuestros trabajos. 

Tenía que coger un tren para ir a la ciudad en la que vive mi hermana, Revenge Town, ya que estaba en la otra punta de la isla. Yo vivo en otra ciudad llamada Luminare City, dentro de la misma isla. Y el nombre de la isla es Grey Island. No es un nombre muy bonito ni muy original. Además, no está situada en ningún mapa por razones desconocidas. Solo había un par de horas en tren entre las dos ciudades. Desde la estación de ferrocarril de Revenge Town tomé un taxi hasta la casa de mi hermana Eidothea. Vivía en un edificio con varios pisos, o mejor dicho, mini pisos, ya que todos solo tenían una única habitación.  Me acerqué al portal portal y toqué el timbre. Se escuchó la voz de mi hermana preguntando quien era. Le dije quien era y se emocionó mucho de que hubiese llegado. Al llegar a su piso, me abrió la puerta y me abrazó tanto que casi no podía respirar. No me había dado cuenta de la falta que me hacía mi hermana hasta este momento. Entré dentro de la casa, estaba ordenada. Tenía un solo baño y una habitación mientras el salón, la cocina y el pasillo eran todo uno, concepto abierto.


Mi hermana dijo que podíamos compartir la cama así podría ser como una fiesta de pijamas de las que hacíamos cuando éramos pequeñas junto con Anahid.

-¡No sabes la ilusión que me da verte aquí, hermanita! -dijo mi hermana mayor mientras me servía un té verde.

-Se ve mejor de lo que pensaba y que en cámara... -bebí un sorbo del té -, pero ¿no es agobiante?

Mi hermana me miró y negó con la cabeza. 

-Para mí sola es suficiente, aunque si estuviésemos las dos viviendo ya te diría que sí...

-Cierto, ¿qué recomiendas que visite? -pregunté.

Mi hermana dudó, pero finalmente me indicó que la universidad de la ciudad tenía su historia, también podría ir a la playa. 

-Astra, ¿quieres ir al cine y a cenar por ahí esta noche? Invito yo -propuso mi hermana.

La idea era tentadora así que acepté primero me adaptaría a este nuevo entorno y después sería una tarde de hermanas. 



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