Hola, viejo dragón

 Por fin. Hoy era el día en el que ponía en marcha mis planes para ir a Revenge Town. He decidido instalarme en un piso pequeño para mi solo. Sin embargo, no quiero estudiar así que no me he matriculado en la universidad. Primero buscaré una tapadera para mi identidad. 


Después fui hasta el portal que conecta al Cielo con la Tierra, me adentré en él. Aparecí después junto a un lugar con río.


Lo primero de todo era llegar hasta la ciudad, pero antes había quedado con mi sirviente,  Solo tras caminar un rato siguiendo el recorrido del río llegué al punto de encuentro. Allí estaba mi sirviente. La pequeña serpiente avanzaba por encima de las rocas hasta llegar a su señor. Una luz azul verdosa se produjo cuando esté se transformó a su forma humana.

-Señor, le he traído unas ropas para que se cambie y así no llame la atención -dijo el joven mientras tendían un traje.

-Gracia, Green -el sirviente dejo algo de tiempo a Chun Jiang para que se cambiara de ropa-. Ahora, enséñame el lugar en donde voy a vivir.

La serpiente asintió con la cabeza. Condujo al dios del agua hasta la ciudad de Revenge Town. Una vez allí, fue a mostrarle la vivienda. Este había procurado conseguir un piso justo enfrente al de la hija del dios de la guerra, Bai Zhao.


El interior del piso era sobrio, elegante e irradiaba seriedad con un toque de masculinidad. La decoración de los muebles la había hecho un carpintero bastante majo y agradable. La habitación de Chun Jiang estaba arriba subiendo por las escaleras, el resto de estancias comunes estaban abajo.

-Buen trabajo, Green -felicitó el dios a su sirviente -. Si no te importa, ¿podrías decirme qué has averiguado hasta ahora?

-Sí, mi señor -dijo inmediatamente el chico -. Verás para empezar... es vecino de la señorita Bai. Justo enfrente vive. De esta manera podrá vigilarla mejor y acercarse a ella. Por otro lado, no pasa casi tiempo en su casa, más bien está más con una bruja coreana llamada Clarisa Bucarelli -señaló una imagen de la chica que flotaba en el aire-. Esta chica por lo que he averiguado es adoptada y vive con su hermano... Es también amiga del carpintero de estas magníficas obras de arte que está viendo ahora mismo en su casa, señor...

-No te vayas a otros temas, Green, te conozco... ve al grano.

-Bueno, verá... esta chica es además amiga de otra gumiho que es más mayor que Bai. Sospecho que ella pueda ser la hermana, es decir, su esposa o sea... su posible esposa... 

Ahora la conversación empezaba a tener cierto interés para la deidad. Hizo una señal para que continuase.

-Esta mujer no tiene hijos ni está casada, así que si es ella no rompería ninguna ley celestial... Pero, por poner un problema... Su vecino es el mismísimo Astaroth, el demonio antes ángel... Resulta que tienen una relación bastante estrecha...

Eso último no se lo esperaba alguien del Cielo entablando relaciones con el Inframundo era inaudito. 

- Dime, ese demonio, como tu dices... fue creado por el primer emperador del Cielo... Y si no me equivoco está abocado a una búsqueda infinita de su contraparte femenina para volver a ser uno... Entonces... no tendría que tener ningún acercamiento a alguien como ella... Tiene que haber un motivo por el cuál está tan interesado...

El sirviente interrumpió a su señor. Le indicó que dentro de poco vendría la señorita Zhao si se cumplía el pronóstico de Casandra. Justo a tiempo, la traviesa Bai llamó al timbre. Green fue abrir la puerta y le saludó. La gumiho miró a Green y lo reconoció.

-Ya decía yo que olía serpiente mojada... -dijo la joven.

Las palabras de Bai hacia él nunca eran alabanzas. 

-Dime, señorita Bai, ¿qué hace aquí? -preguntó el reptil.

-Nada... Sólo venía a jugar contigo serpiente pequeña... Quiero que estés en tu forma de reptil y te vengas conmigo...

El dios del agua escuchó la conversación desde lejos. Decidió intervenir para ayudar a Green. Fue a la entrada del piso y saludó a Bai. Ante su presencia, la chica ya no molestaría a su sirviente.

-Lo que quieras hacer con él, me lo tienes que decir, Bai -con tono enfadado.

La zorra de nueve colas observó al dios. Su primer pensamiento "el dragón sin memoria está aquí también, vaya..., se me ha acabado el molestar a Green". 

-Lo qué digas, reptil viejo. ¿Por qué estás aquí?

El dragón se mostró molesto por el insulto de la chica. Viejo no era, era ancestral... Él era una de las deidades inmortales que no pueden morir, pero sí envejecer muy lentamente si agota toda su energía Qi, pero al recuperarla volvería a la apariencia actual, es así como su padre, el primer emperador lo hizo ser junto su madre el agua.

-Estoy aquí por mis recuerdos -respondió secamente-. Pasa dentro si quieres seguir hablando...

Zhao Bai no se lo pensó ni un segundo, en su forma de zorro se adentró hasta llegar a la cama de Wang. En ella, se encogió y bostezó. El dios del agua la miró. Era una descarada esta chica. Le lanzó un pequeño chorro de agua para despertarla.

-¡Vale! ¡Lo he pillado! No puedo dormir...

-Así me gusta que no estés en mi cama. Bai, te quiero preguntar algo, ¿has conocido alguien que no sea humano?

-Jejeje... ¿Por quién me tomas? Yo la gran Zhao Bai, he conocido muchas criaturas en la universidad y soy amiga de muchas... -orgullosa de sí misma por tener muchos contactos.

-Veo... ¿Hay algún gumiho entre en ellos?

-¡Claro! Mis hermanos.

-¿Hermanos? -el dragón no sabía que tenía otro hermano gumiho-. Y puedo saber qué tal te llevas con ellos...

La chica se mostró dudosa de si hacerlo o no. Juguetona le dijo que tal vez sí tal vez no. Este tipo de escena la había vivido previamente con Soo Young, la madre de Bai. Ahora entendía porque era así la hija.

-Si me vas a decir que depende, lo siento, no vuelvo a pasar por ello. Lo mejor será que me digas directamente lo que quieres conseguir...

-¡Yupi! Eres más fácil de convencer que mis padres -pegó un salto de alegría y mientras estaba saltando cambió a su forma humana -. Bueno, está mi hermano Esteban, es profesor en la universidad mágica, luego está Boram... Aún no sabe que es mi hermana, mi hermano Esteban me aconsejó que no dijese nada aún... Yo creo que me quiere usar de armadura hacia ella...

-Vale, ¿algo más?

-No. Ahora quiero que vayas conmigo a jugar.

La chica tomó de la manó al hombre y salieron afuera a la calle. No sabía a dónde iban, pero estaba claro que Bai tenía algo en mente. Llegaron hasta una casa con la fachada rosa. Entonces la chica le dijo que iban a ver a su amiga Clarisa, pero que lo que quería hacer realmente era gastar una broma al hermano mayor de esta, Christian. La broma sería hacerle fotos mientras está siendo intimidado por la gran apariencia del gran dragón del agua de color azul.

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