Habían pasado tan solo unos años desde la trágica desaparición de su hermana y su cuñado. Ambos habían huido. Lo que más lamentaba era no haber podido proteger a las tres criaturas que estaban en camino, puesto que su hermana estaba a punto de dar a luz a trillizas. Ese recuerdo era tormentoso y en estos últimos días aún lo era más debido a la profecía que había tenido Cassandra. Según ella, los astros se iban alinear de tal manera que permitirían conocer lo que había sucedido realmente con todos ellos, pero traería consigo más problemas. Los demonios resurgirían para retomar su búsqueda si es que aún vivían.
-Madre, una hada de flor de loto quiere hablar contigo -dijo una joven pelirroja-. No ha dicho sobre qué era el asunto.
Con un simple gesto la mujer despachó a su hija y se dirigió a la sala de audiencias de su residencia. Era un palacio sobrio de mármol compuesto por diferentes alas y habitaciones. La sala de audiencias era el lugar donde tenía reuniones y recibía a los seres de menor categoría. Cuando la mujer entró a la sala, el hada hizo una reverencia con delicadeza. Esta no se atrevió hablar hasta que obtuvo el permiso de la otra.
-Si me permite, vengo a darle un mensaje por parte del dios de la guerra -levantó levemente la cabeza y siguió hablando-, dijo que en la isla en la que se encuentra está sucediendo movimientos extraños asociados a eventos del pasado. Él mismo los vio en Revenge Town, pero desconoce el paradero de los responsables.
-Gracias, por el mensaje, hada, ya te puedes retirar -indicó con un ligero movimiento de muñeca.
El mensaje había llegado en el momento justo. La profecía de Cassandra estaba en lo cierto, el pasado vuelve a nosotros, sin ser el pasado, por lo que significaba que si ellos estaban en pleno movimiento en el Reino terrenal, las trillizas estaban con vida en ese reino y muy cerca de esa zona. Lo mejor sería enviar a Cassandra, mi hija, a Revenge Town en donde puede ver Wu Tian y pedirle más explicaciones. Así ella podrá atar de mejor forma los cabos respecto a la profecía. Ella no llamará tanto la atención como yo si voy en su búsqueda.
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Cassandra se encontraba en el laboratorio observando los astros cuando un sirviente de su madre, la diosa Eleuia, diosa de los deseos, llegó con un mensaje. Por lo visto, ahora tenía que ir a Revenge Town, por su buena fortuna su amiga Bai se encontraba allí. De esta manera el alojamiento lo tenía asegurado. Ahora bien, el problema sería localizar a sus primas. Solo sabía de ellas que eran trillizas y posiblemente sus nombres estuvieran relacionados con los poderes familiares, además de la nueva información obtenida por el señor Zhao. Pero antes, la joven decidió llamar a su amiga para hacerle saber de su llegada a la ciudad humana. Su amiga se alegró tanto que ya había planeado presentarle todos sus amigos y su familia. Para Cassandra la familia Zhao era un horror, no en el sentido literal de la palabra, sino que el árbol genealógico era muy rebuscado. El señor Zhao tenía una esposa principal, Soo Young Bae, y con ella tuvo una hija, Bai, quien es la predilecta. Luego tiene varias concubinas y con algunas también ha tenido hijos, todos ellos son mayores a Bai, pero la cosa no se quedaba ahí. La señora Bae previamente había pasado por dos matrimonios previos y por cada uno de ellos tuvo un hijo, es decir, otros dos hermanos mayores de Bai. En ese sentido, la familia de Cassandra no muy liosa, pero si que era un caos desde la desaparición de sus tíos con sus primas.
Ahora la joven diosa de la adivinación tenía la oportunidad de encontrar a su familia perdida. Su madre ansiaba el reencuentro familiar, pero temía al lado oscuro, los demonios. Para llegar al lugar de los humanos debía de pasar por el portal que llevaba allí.
El portal dejó a la diosa en un bosque, en concreto, al lado de un río. Siguiendo el curso de este llevaba a la ciudad en la que su amiga residía. Cuando llegó al lugar acordado con ella, la Universidad Raven, vio a Bai junto con varias personas.
-¡Hey! ¡Cassy! ¿Qué tal? -preguntó su amiga muy contenta mientras daba saltos de alegría.
-Bien, Bai. ¿Quiénes son... - una de las personas presentes la interrumpió.
-Hola, me llamo Esteban, soy el hermano mayor de Bai, y la otra chica es Clarisa, amiga y compañera de clase de Bai. Y la otra persona que te mira con cara asesina, es también nuestra hermana mayor, Boram - terminó de hacer presentaciones el hombre y se acercó a Cassandra para susurrarle unas palabras -, entre tú y yo, ella es muy protectora con quién quiere, sobre todo con ellas dos - señaló a su hermana y la amiga de esta.
Cassandra no pudo dejar escapar unas carcajadas. Sin lugar a dudas su amiga estaba rodeada de personas que la cuidaban mucho.
- Encantada de conoceros, al igual que vosotros pasaré una temporada aquí en Revenge Town hasta acabar con la misión familiar. Seré estudiante aquí en la universidad mágica y humana tal vez mientras investigo mi asunto -la diosa hizo una pausa antes de continuar- . ¡Ah! Bai, necesito contactar con tu padre lo antes posible...
-No hay problema - contestó la otra diosa - Mi padre está justo detrás de esos arbustos, mi olfato no me engaña.
Un señor asiático apuesto salió de los arbustos un tanto avergonzado pero no dispuesto a reconocer delante de los demás su vergüenza. Se colocó al lado de su hija y miró a Cassandra con autoridad.
-Buenas, señor Zhao, mi madre me ha enviado tras las nuevas que le hizo llegar -se dirigio con educación al padre de Bai.
-Si, si, si, esas noticias tan lamentables, pero esperanzadoras para vosotras dos. Esos demonios no hacen más que rondar por aquí. He mandado a unos de mis soldados a vigilar sus movimientos, por lo visto en otra ciudad de la isla, Luminare City una joven ha sido ataca por algunos de ellos, sospecho de que puede tratarse de una de tus primas.
-Gracias, señor Zhao, si no le importa podríamos hablar sobre el tema mañana, así puedo tener algo de tiempo de para conocer este nuevo entorno...
Una visión se impuso en la mente de Cassandra.
Tres mujeres jóvenes, pasado, presente y futuro reunidos están, unos poderes desaparecidos tras la guerra, vuelven a nosotros. Poderes codiciados por el bien y el mal. Los demonios quieren destruir el pasado y los dioses buscan proteger el futuro, en el medio está el presente, sufridor del pasado y del futuro. Un lazo y una unión.
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